A Trump le encanta un impuesto: los aranceles a las importaciones. Parece creer que los extranjeros están pagando la factura, proporcionando así el dinero para reducir los impuestos a los multimillonarios.
Parece que inició una nueva con China y Rusia a la vez. Hace pensar que lo que está en juego aquí es la hegemonía global más que una cuestión de valores.